Juegos eróticos a solas

El placer de los juegos eróticos… ¡a solas!

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En este artículo, compartiremos una reflexión sobre la base de la relación personal con el placer. En efecto, la fuente de placer es múltiple y una de las formas de alcanzar este estado de dicha es generar una fuerte dosis de excitación en solitario: no sólo tu pareja puede ayudarte a correrte: ¡la masturbación también es una excelente forma de conseguirlo!

¿Qué es el placer personal?

Muy a menudo, se asimila el placer solitario con la masturbación. ¿Sigue siendo un placer personal si se utiliza un juguete sexual o poppers?

Del mismo modo, podemos extender este cuestionamiento al hecho de saber si recibir órdenes a distancia de un amo o ama dominante sigue siendo un placer solitario. Si vamos más allá en esta reflexión, ¿estamos siempre solos cuando vemos una película pornográfica? Participamos de una forma u otra visualmente. Si instalamos muchos espejos en nuestra habitación y nos observamos disfrutando, ¿estamos siempre solos o disfrutamos de la multiplicación de nuestra propia imagen, como si un grupo participara en la acción? 

Obviamente, la respuesta no es sencilla, pues existen muchas sensibilidades. En cualquier caso, esto puede ayudar a desarrollar nuevos comportamientos, como por ejemplo, explorar tu cuerpo para domarlo mejor sin la ayuda de un tercero.

De esta manera, se pueden descubrir nuevas fuentes de placer, como la zona anal en los hombres o la estimulación del punto G en las mujeres. Parece evidente, además, que cada época desarrolla una relación particular con la soledad sexual: no podemos ignorar la mirada social que se impone a nuestros momentos de excitación solitaria.

Del narcisismo a la masturbación

El placer solitario se considera generalmente un tabú. De hecho, la masturbación suele tener una dimensión moral. Disfrutar a solas equivaldría a ser egoísta, mientras que hacer el amor juntos sería una cuestión de compartir. Esta concepción sería éticamente más aceptable. 

Esta dimensión resulta ser una realidad para muchas mujeres: los sexólogos señalan que las mujeres no desean sentir placer sin estar en compañía de su pareja. De esta manera, ponen, inconscientemente, la responsabilidad del orgasmo sobre sus hombros.

Sin embargo, en las películas eróticas se representan cada vez más prácticas consideradas muy poco frecuentes, como la auto felación o la auto penetración. La difusión de estas prácticas sexuales demuestra su existencia y, por tanto, su potencial éxito en la sociedad. Además, observamos que las prácticas denominadas «extremas» parecen estar ganando popularidad a medida que pierden su sabor y su gusto por lo prohibido. 

Tomemos el ejemplo de la auto penetración, que está bien documentado en Internet. Podemos ver que esta práctica es relativamente accesible con paciencia y entrenamiento. No es necesario tener un pene fuera de lo normal para realizarlo: simplemente basta con no tener una erección demasiado prominente para poder acomodar el sexo en el ano. Y, sobre todo, ser capaz de mover los testículos hacia un lado para que el pene pueda ser presionado contra el perineo.

La masturbación no es solo sexo

Si la práctica descrita anteriormente no te entusiasma, es sin embargo interesante cuestionarla desde el punto de vista del placer solitario. En efecto, en este caso, el hombre se da placer a sí mismo: es, pues, totalmente autónomo y responsable de su disfrute. Si prolongamos la reflexión, llegaremos rápidamente a la pregunta del compañero. Con demasiada frecuencia se da por sentado cuando es legítimo cuestionarlo. 

¿A quién le damos el derecho de hacernos correr? ¿Hay una serie de reglas que seguir o un contexto que experimentar para permitirlo? ¿Por qué la masturbación sigue siendo un tabú cuando se está frente a una pareja, como si automáticamente se prohibiera dar placer a solas? Esto hace que, al final, pocas parejas se masturben juntas cuando podría ser una nueva fuente de placer.

Volviendo al lado de la autopenetración, también se puede leer la combinación perfecta de poder y penetración. En este sentido, ella es revolucionaria, ya que en este caso, ya no hay fuerza activa o pasiva, ni órganos de penetración: todo es uno

El sistema binario en el que se basa la pareja queda abolido. De hecho, hay quien piensa que experimentaremos todo tipo por el simple hecho de ser humanos. Gracias, por ejemplo, a la autopenetración, podemos ser al mismo tiempo hombre, mujer, gay, heterosexual, objeto o sujeto o incluso nada en absoluto: esto cuestiona obviamente la noción de cuerpos reales en relación con las representaciones culturales.

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Una historia con sentido

Para seguir en este campo filosófico, podemos evocar el famoso mito de la caverna de Platón. Ésta nos devuelve a nuestra imagen cuestionando la realidad de nuestra existencia y de nuestro cuerpo, en relación con una representación inconsciente.

Como sabemos, «masturbación» toma su significado a través de una etimología que significa «prostituir o mancillar la mano». No se puede decir que esta palabra no sea precisa, semánticamente hablando. Pero si no lo pensamos detenidamente, al final podemos darnos cuenta de que todo nuestro cuerpo es un objeto erótico al igual que nuestra mente. 

Entonces dejaremos de pensar que solo la genitalidad conduce al placer para extender esta noción al conjunto de lo que somos, tanto física como psicológicamente. Por lo tanto, podemos observar felizmente que pueden coexistir todo tipo de erotismos, ya sean genitales, cerebrales o incluso espirituales, o que nos confieren un potencial de placer hasta ahora desconocido. 

En conclusión, podría decirse que la exploración de estos caminos puede permitirnos un conocimiento más profundo de nosotros mismos. En cierto modo, la auto masturbación o el placer solitario serían una forma de satisfacer nuestros sentidos, pero también de conocernos lo más íntimamente posible.

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